domingo, 4 de febrero de 2007
José Mujica
El popular "Pepe" Mujica comenzó a formar parte del Uruguay farandulero gracias a su falta de educación e ignorancia. A finales de los años 60, Mujica saltó a la fama como uno de los lideres de los Tupamaros, aquel grupo de guerrilleros que se enfrentaron a la Dictadura con coraje y que hoy son parte de la historia, habiéndose transformado en un grupo de hienas que solo buscan morder un poco de lo que va quedando de la carne podrida que fueron dejando los gobiernos.
Con su boca desdentada (seguramente todavía no se dio cuenta que no es ejemplo para nadie tener un aspecto de suciedad y abandono), Mujica va de micrófono en micrófono y de cámara en cámara contando siempre las mismas historias sobre fugas de cárceles y enfrentamientos bélicos.
Su aspecto deplorable, más parecido al de un pordiosero que al de un político, hizo que el “pueblerío” lo viera como un hombre común y sincero.
Siendo hoy el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca es quien más votos le dio al Frente Amplio, demostrando que el pueblo uruguayo está todavía muy lejos de ser civilizado.
La suciedad debajo de sus uñas, el aliento nauseabundo y la voz afónica trabajada con vino y caña, hacen de José “Pepe” Mujica una especie de espantapájaros de basural.
Si había una persona que podía unirse a Mujica era la senadora Lucía Topolansky, otra entidad del mundo villero que también alcanzó la fama gracias a su franqueza y ternura.
El Ministro pordiosero, es talvez el ejemplo más claro de que a los uruguayos no nos cortó la espada civilizadora de la madre patria.
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